A través de las experiencias es increible lo que me voy conociendo y sorprendiendo de mi misma. Admito que me cuesta creer cuando empiezo a gritar de la alegría, cuando mi risa sale como si fuera la última de mi vida, o cuando caen las lágrimas como si tuviera a mi familia muerta en un costado de mi pie. SORPRENDE esa es la palabra justa que define al día. Me sorprende las actitudes que tengo frente a una respuesta, me sorprende como me quedo tildada al leer algo, me sorprende los gestos que pongo cuando me hablan, me sorprenden mis emociones, para hacerlo más simple es eso, mis emociones me sorprenden, y a veces, no me gustan para nada.