Desde chica tuve una pasión por ellos, desde chica me interesó saber cada cosa de ellos y desde chica supe que mi futuro iba a ser ayudarlos y protegerlos, estudiar y recibirme para que el día de mañana sepa como enfrentar los problemas que iban a pasarles. Hoy en día me da asco y verguenza ajena que mi especie se dedique a matarlos, que mi especie de dedique a extinguirlos, a dejarlos sin hábita, a encerrarlos en rejas, a matarlos para sacarse una sonrisa, a matarlos a cambio de billetes, a hacerlos sufrir para que la gente sonría, aplauda, y piense que lo hacen por algo natural. Hoy y siempre voy a defender sus derechos, es obvio que pasa todo esto porque ellos no tienen VOZ y es obvio que el hombre, siempre tan cobarde, se mete con las especies que no pueden defenderse por si solas, que no le pueden gritar en su cara los mediocres que son al meterse con alguien inferior a ellos, pero todo lo que uno hace VUELVE.